El clima es un tema que preocupa cada vez más a los chilenos, especialmente durante el invierno, cuando fenómenos meteorológicos como La Niña captan la atención.
Este fenómeno se distingue por provocar un enfriamiento de las aguas superficiales del océano Pacífico ecuatorial, lo que afecta las corrientes de viento y, como consecuencia, trae consigo temperaturas más bajas, sequías y una notable disminución en las precipitaciones, especialmente en las zonas áridas y semiáridas de Chile.
La Niña suele ser esperada con cierta preocupación debido a sus efectos en el clima. Sin embargo, la Oficina de Meteorología de Australia ha informado que este fenómeno sufrirá un retraso en su llegada a Chile, lo que significa que se espera que haga su aparición durante la primera semana de octubre de 2024.
Este retraso ha generado diversas interpretaciones sobre cómo impactará en el país. Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, ofrece una visión más positiva al respecto de la llegada de este fenómeno a Chile y para cuándo se espera que haga efecto en el país.
Según Cordero, la llegada tardía de La Niña podría tener beneficios, ya que evitaría que el año 2024 sea tan caluroso como lo fue el 2023. Además, señala que este retraso ha permitido que las precipitaciones durante el primer semestre de 2024 se mantengan dentro de los valores típicos, lo que podría significar que este año no será tan árido como se temía.