La primera llamada ya ha llegado. María Guardiola contactó el pasado martes a las cinco de la tarde con el candidato y líder de Vox en Extremadura, Óscar Fernández. La presidenta del PP extremeño y candidata a la reelección se lo ha comunicado este viernes a sus compañeros del Comité de Dirección del PP de Extremadura. Según fuentes populares, la llamada telefónica con la formación ultra fue “breve” y se emplazaron a seguir hablando.
Este primer contacto se ha conocido este viernes y justo un día antes de que se publique el decreto de convocatoria para constituir la nueva Asamblea de Extremadura el 20 de enero. A partir de esta fecha, el reloj se pondrá en marcha y habrá un mes para negociar la investidura. “Fue solo una breve conversación para seguir hablando más adelante”, explican fuentes de Vox en Extremadura. “Nada más”.
“Me he puesto en contacto con señor Fernández por la tarde”, ha dicho Guardiola en una rueda de prensa con preguntas tras el Comité de Dirección de este viernes. “Fue muy claro. Pensar solo en Extremadura. No tenemos que hablar de puestos, sino de estabilidad, de cuatro años para seguir creciendo”.
La presidenta popular ha dicho también que Vox se remite a un documento de 200 medidas que ya trasladó la formación ultra cuando fracasaron las negociaciones para alcanzar unos presupuestos en la región. Estas medidas ya fueron rechazadas por la propia Guardiola hace dos meses, cuando los diputados de Santiago Abascal en la región pusieron este documento sobre la mesa para negociar las cuentas públicas extremeñas de cara a 2026. Sin embargo, fuentes de Vox matizan que no se ha negociado nada sobre este punto.
“Lo que estamos haciendo”, ha continuado este viernes Guardiola, “es trabajar sobre ese documento para ver qué cuestiones podrían hacerse y llegar a un acuerdo y cuáles se tendrían que modular. No tenemos más información. No han solicitado absolutamente nada diferente a esas medidas, que es lo que yo he escuchado al señor Fernández […] No tenemos que hablar de puestos, sino de esa estabilidad que necesita la región. Nos tenemos que sentar para ver qué políticas vamos a poner en marcha. Tenemos que hablar de un acuerdo”.
Vox proponía en aquel documento de 200 medidas eliminar el registro de profesionales sanitarios objetores al aborto (tal y como dice la ley); la supresión de subvenciones para cooperación internacional, ideología de género, sindicatos y patronal; la derogación de la ley LGTBI y eliminar la ecotasa, entre otras.
Preguntada por si la presidenta extremeña es autónoma o decidirá el partido a nivel nacional las negociaciones, ha contestado que ella es libre y así actuará. “Solo pienso en Extremadura. Las únicas cuestiones son aquellas que afectan a nuestra región. Espero que el señor Fernández haga lo mismo. Las negociaciones si se hacen desde Madrid complican mucho las cosas”.
Foto: Javier Cintas / Europa Press
El voto en el extranjero
El voto en el exterior —el de aquellos extremeños que residen de forma permanente fuera de España y debe su nombre a que están inscritos en el Censo Electoral de Residentes Ausentes (CERA)— se ha contabilizado también este viernes en Cáceres y Badajoz. De los 860.375 extremeños que tenían derecho a voto el pasado 21 de diciembre, 30.610 residían en el extranjero, 1.800 más que en las anteriores elecciones.
Sin embargo, la participación ha sido escasa, como en los últimos años. En Badajoz se han contado 913 votos de los 12.769 electores residentes en el extranjero. 312 han sido para el PSOE, 203 para el PP, 176 a Vox, y 157 a Unidas por Extremadura.
En el caso de Cáceres, donde la diferencia era de 244 votos entre PSOE y PP y podría hacer caer del lado de los populares el diputado 30 y restar uno a los socialistas (de ocho a siete) para dejar un resultado de 17 escaños, tampoco ha cambiado. Todo sigue igual. De hecho, los socialistas han sido la fuerza más votada con 317 votos; seguida del PP, con 279; Vox, con 170, y Unidas por Extremadura, con 143.
“El voto en el extranjero no suele variar mucho”, cuentan fuentes del PP, que descartaban cualquier movimiento en el tablero, pese a la rumorología de los últimos días. “Nunca es nuestro”, añaden.