La mejor versión del Alavés en lo que se lleva disputado de temporada sirvió para que el equipo entrenado por el ‘chacho’ Coudet consiguiera una victoria de tronío frente a una de las sensaciones en este arranque de campeonato como estaba siendo el Espanyol. El conjunto perico, de celebración por su 125º aniversario, ha estado muy lejos de esa versión que le ha colocado como uno de los mejores equipos de la competición, lo que le ha costado la cuarta derrota de la temporada. Hubo que sufrir hasta el final, pero mereció la pena el sufrimiento para saborear una victoria que tiene su peso en oro.
2
Antonio Sivera, Victor Parada, Youssef Enríquez (Carlos Protesoni, min. 85), Jonny, Nahuel Tenaglia, Denis Suárez (Pablo Ibáñez, min. 75), Antonio Blanco, Calebe (Carlos Vicente, min. 61), Carles Aleñá (Abde Rebbach, min. 60), Toni Martínez (Ander Guevara, min. 61) y Lucas Boyé
1
Marko Dmitrovic, Leandro Cabrera, Rubén Sánchez (Omar El Hilali, min. 69), Clemens Riedel, Carlos Romero, Antoniu Roca (Tyrhys Dolan, min. 45), Edu Expósito, Jofre Carreras (Roberto Fernández, min. 45), Pol Lozano (Urko González de Zárate, min. 79), Kike García (Ramon Terrats, min. 61) y Pere Milla
Goles
1-0 min. 4: Denis Suárez. 2-0 min. 39: Lucas Boyé. 2-1 min. 55: Roberto Fernández
Arbitro Guillermo Cuadra Fernández
Tarjetas amarillas
Lucas Boyé (min. 34), Denis Suárez (min. 66), González Álvarez (min. 80), Tyrhys Dolan (min. 86), Omar (min. 86), Victor Parada (min. 92)
Tarjetas rojas
Lucas Boyé (min. 90)
Muy pronto comenzó a cimentar el triunfo el equipo alavesista. Apenas se habían jugado cinco minutos de partido y el Alavés ya se había puesto por delante. Fue un visto y no visto con Denis Suárez como protagonista. Era la primera acción de peligro del equipo local. Carlos Aleñá puso el balón en el centro del área y ahí, completamente solo, llegó el futbolista gallego para poner el balón lejos de Dmtrovic. El Alavés, lejos de conformarse, siguió buscando la portería del portero serbio. Lucas Boyé, en su primer intento, se topó con el meta del Espanyol. El premio a la insistencia llegó en el tramo final de la primera mitad, otra vez con el delantero argentino como protagonista.
Él se la guisó y él se la comió. Le ganó la partida a Rubén Sánchez, poniendo el 2-0 en el electrónico con un disparo raso ante el que nada pudo hacer Dmitrovic. Era el premio a la mejor versión de la temporada de un Alavés que estaba siendo muy superior a un Espanyol que no daba señalas de vida. La cara de resignación de Manolo González era el fiel reflejo de un equipo sin alma, muy lejos de su mejor versión. La reacción llegó tras la reanudación con el tanto de cabeza de Roberto Fernández, pero fue un espejismo. Nunca el conjunto perico se encontró a gusto sobre el verde de Mendizorroza.
Carlos Vicente, primero, y Abde Rebbach más tarde, tuvieron en sus botas la posibilidad de hacer más grande la diferencia y que la tranquilidad se instalara en las gradas del santuario albiazul, pero no acertaron. El primero falló cuando lo tenía todo a su favor delante de Dmtrovic. Solo tenía que empujarla, pero no acertó en el remate. El balón botó justo antes de la ejecución, algo que jugó en su contra. Abde, por el contrario, se topó con el palo. Desesperado en el suelo, el futbolista alavesista no se creía la oportunidad desperdiciada.
Unos minutos antes de esa última acción de peligro, todo el Espanyol pidió penalti sobre Dolan, pero Cuadra Fernández, lejos de señalar el punto fatídico, amonestó al futbolista del Espanyol por simulación y también a Omar por protestar la acción Manolo González, en la banda, ni se lo creía. El Espanyol insistió hasta el final, tanto que el premio pudo llegar en la última jugada, pero ni Edu Expósito ni Terrats llegaron al balón prolongado por Cabrera. La tensión se mascaba en la grada. El pitido final del colegiado supuso un soplo de aire fresco para un Alavés que coge aire frente a un Espanyol que nunca se encontró.