Emiliano García-Page es partidario de que el PSOE se persone contra Leire Díez, la exmilitante y excargo del PSOE imputada por cohecho y tráfico de influencias. La Fiscalía atribuye a Díez el “liderazgo” de un supuesto “plan delictivo” para “desacreditar” a las cúpulas de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Fiscalía Anticorrupción, con el objetivo de “anular” y “malbaratar” investigaciones que “afectan a políticos y empresarios”. “La mejor manera que tendríamos los socialistas de despejar toda duda sobre personajes como esta señora sería que nosotros fuéramos acusación. Que fuéramos perjudicados y que, por tanto, la denunciáramos a ella y a todos los que han abusado del Partido Socialista, hayan sido lo que hayan sido”, ha afirmado el presidente de Castilla-La Mancha tras un coloquio organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección en Madrid.
El fiscal Ignacio Stampa ha declarado que Leire Díez le dijo, en una reunión que mantuvieron, que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Justicia, Félix Bolaños, sabían que se habían reunido. “No voy a darle ninguna credibilidad a esta señora, de ninguna manera, ni por su forma de comportarse, ni por lo que está diciendo. Parto de la base de que si tengo que creer a alguien, desde luego, no va a ser a ella. Pero dicho esto, la mejor manera de zanjar el asunto es que el Partido Socialista se querelle y se denuncie a alguien que dice haber hablado en nombre del presidente del Gobierno, de haber hablado en nombre del Gobierno, hablar en nombre del PSOE, para hacer operaciones supuestamente criminales. Yo creo que lo mejor, para que no haya dudas, es ser parte perjudicada, y, por consiguiente, también interesarnos en el procedimiento”, ha insistido el barón socialista.
Leire Díez solicitó el pasado 3 de junio la baja voluntaria como militante del PSOE seis días después de que el partido le abriese un expediente informativo sin aplicarle medidas cautelares. Ese día acudió a la sede estatal de la formación en la calle Ferraz, donde se reunió durante casi dos horas con el director de los servicios jurídicos del partido, Alberto Cachinero, que era el instructor de su expediente, a raíz de la crisis que desató su actuación en reuniones con empresarios y abogados en las que ofreció tratos favorables con la Administración, incluidas la Fiscalía y la Abogacía del Estado, con el propósito de obtener información comprometedora de mandos de la unidad anticorrupción de la Guardia Civil, que tiene abiertas varias investigaciones que afectan a miembros del Gobierno y del PSOE. Díez entregó un pendrive con la información que dijo haber recabado sobre la trama multimillonaria de los hidrocarburos y sobre la denominada policía patriótica, la trama parapolicial responsable de la guerra sucia contra los independentistas catalanes y Podemos durante el Gobierno de Mariano Rajoy. El PSOE llevó el pendrive a la Fiscalía.
Al final del encuentro, como último deseo, pidió comunicar su renuncia en persona a Santos Cerdán, que atendió su solicitud. La decisión extrañó en el PSOE, teniendo en cuenta que Díez ha negado siempre ser una fontanera del partido. Cerdán dimitió como secretario de Organización una semana después, el 12 de junio, tras un demoledor informe de la UCO que incluía conversaciones explícitas sobre el presunto pago de comisiones por obras públicas.
El Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid ha citado a declarar a Díez como imputada el 11 de noviembre por los presuntos delitos de cohecho y tráfico de influencias tras recibir una denuncia contra ella del grupo ultracatólico Hazte Oír. Díez compareció el 8 de septiembre en la comisión de investigación del caso Koldo en el Senado. “Prefiero ser fontanera que cloaquera”, dejó como titular. “Da la casualidad de que, probablemente, los que más problemas le están ocasionando al PSOE son aquellos que fueron más premiados según qué hicieron en las primarias, según qué hicieron y cómo lo hicieron. Ella es un ejemplo muy evidente, no se explica todo lo que ha tenido si no hubiera sido por lo que haya hecho en las primarias”, ha observado García-Page.
La ex militante del PSOE fue una militante muy activa en el proceso interno en el que Sánchez fue reelegido secretario general del PSOE en 2017. Entre 2011 y 2014 fue teniente de alcalde en el pueblo de Vega de Pas y después responsable de comunicación de la federación del PSOE cántabro durante el mandato de Eva Díaz Tezanos. Tras esa etapa, ejerció durante más de cinco años puestos de responsabilidad en empresas públicas bajo el mandato del actual Gobierno. Fue responsable de comunicación en Enusa, la empresa estatal de uranio, entre octubre de 2018 y diciembre de 2021 durante la presidencia de José Vicente Berlanga, hombre de confianza de José Luis Ábalos. Díez salió de la empresa estatal de uranio tras la llegada de Mariano Moreno, gerente del PSOE entre mayo de 2017 y octubre de 2021. Posteriormente Díez fue directora de Filatelia y Relaciones Institucionales en Correos entre febrero de 2022 y principios de 2024, durante la etapa como director ejecutivo de Juan Manuel Serrano, exjefe de gabinete de Pedro Sánchez antes de su llegada a La Moncloa. Correos llegó a emitir un desmentido en el que aseguraba que la ex socialista “nunca fue responsable del voto por correo” en las elecciones generales de 2023, como publicaron varios medios.