El Gobierno ruso amenaza con poner fin a las conversaciones de paz tras acusar a Kiev de haber cometido un supuesto ataque contra una residencia secundaria de Vladímir Putin después de que se reuniesen este domingo los líderes de Estados Unidos y Ucrania, Donald Trump y Volodímir Zelenski. “La postura negociadora de Rusia será revisada dada la transición definitiva de Kiev hacia una política de terrorismo de Estado”, ha manifestado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
Según la versión de Moscú, Rusia derribó 91 drones que Ucrania presuntamente lanzó sobre la residencia del líder ruso en la región de Nóvgorod. “El ataque contra la residencia presidencial rusa no quedará sin respuesta”, ha advertido Lavrov, quien asegura que el bombardeo ruso sobre Ucrania no se hará esperar.
“Se han determinado los objetivos de las acciones de represalia y el momento de su aplicación por parte de las fuerzas armadas de Rusia”, ha agregado el jefe de la diplomacia de Putin un día después de que sus fuerzas lanzasen un intenso bombardeo de diez horas sobre la capital ucrania en vísperas de la reunión de Zelenski y Trump en el complejo del empresario en Mar-a-Lago.

La amenaza rusa se produce después de un nuevo intento fallido de Donald Trump para hacer avanzar un posible acuerdo de paz. Putin no ha comentado aún su conversación con el mandatario norteamericano, pero las autoridades rusas han enfatizado que Moscú parte como base de un programa de 27 puntos que toma como referencia lo hablado en la cumbre de mandatarios de Alaska en agosto. Según la diplomacia rusa, el plan de 20 puntos consensuado entre Kiev y Washington es “inaceptable”.
Putin ha asegurado este lunes que la operación militar rusa proseguirá según lo previsto “y hasta cumplir sus objetivos”, según recoge la agencia Intefax.
Garantías de seguridad para Ucrania
Zelenski reiteró en la noche del domingo a los medios ucranios, tras su cita con Trump, de que la clave en cualquier acuerdo para finalizar el conflicto son las garantías de protección de defensa que le concedan sus aliados europeos y norteamericanos.
Zelenski reveló que la Casa Blanca asegura las medidas adecuadas, equivalentes a si Ucrania formara parte de la OTAN, pero solo para un periodo de 15 años prorrogables. El presidente ucranio explicó que había pedido a Trump de que el periodo se extendiera como mínimo a 30 años y, de forma ideal, a 50 años. “Le dije al presidente Trump que la guerra prosigue desde hace casi 15 años”, comentó Zelenski en referencia a la guerra de Donbás, que estalló en 2014, con los separatistas prorrusos, “por eso es necesario que las garantías de seguridad sean más largas”.
El mandatario ucranio considera que la guerra no terminará formalmente hasta que su país no cuente con estas medidas de seguridad. La ley marcial, pese a que se firmara un hipotético acuerdo de paz, continuaría vigente hasta que Ucrania no esté bajo el paraguas de defensa occidental, según subrayó Zelenski.