Sergio Mayer Mori (Ciudad de México, 27 años) ha decidido tomar el control de su historia. El hijo de Sergio Mayer y Bárbara Mori vivió bajo el escrutinio de los medios desde muy joven, y ahora forma parte del nuevo reality show de TV Azteca, La Granja, con el que busca hacerse un nombre propio en la industria y mostrarse tal como es, lejos de la sombra de sus padres.
La relación entre Mayer y Mori atrajo la atención del público por tratarse de dos figuras mediáticas. Para ese punto, él era un cantante consolidado del grupo Garibaldi y protagonista de telenovelas; ella, una actriz emergente cuyo talento la llevó rápidamente al estrellato. Aunque su relación fue breve, su hijo Sergio heredó tanto los beneficios de la exposición pública como las expectativas que acompañan a un apellido tan reconocido, o en este caso, dos.
El joven debutó como actor con el respaldo de sus padres y hasta la fecha ha participado en siete producciones. También ha probado suerte como cantante, con un proyecto musical en el que se presenta simplemente como Mori. Sin embargo, lo que sería su gran oportunidad —la adaptación de Rebelde en Netflix— pasó a segundo plano cuando surgieron declaraciones en las que confesó que odiaba RBD, y que en realidad nunca vio el famoso proyecto juvenil, pero tenía que cantar las canciones por contrato. “No cuidé mis palabras, y ese sí es un error de mi parte, pero por otro lado, la libertad de expresión está y no me tiene que gustar una cosa u otra para poder estar vivo. Pero sí fue un error garrafal haberlo dicho como lo dije, cuando lo dije”, respondió tras la polémica.
Otro episodio que lo mantuvo en el ojo público fue su relación con la modelo brasileña Natália Subtil, con quien tuvo una hija a los 18 años. La paternidad temprana y los desacuerdos que trascendieron en los medios de espectáculos contribuyeron a mantener a Sergio Mayer Mori en el centro de la atención más por su vida personal que por su trabajo. En 2025, el actor ha comparado su situación con la de Sasha Sokol, puesto que Subtil es 10 años mayor que él y su acercamiento comenzó cuando él aún era menor de edad. “No había esa conciencia hace 10 años, hoy sí, hoy veo que dicen, oye qué pedo con las edades, ¿por qué nadie dijo nada en su momento?”, dijo en una plática con sus compañeros de La Granja. A pesar de esto, ha asegurado que actualmente su única intención es mantener la cordialidad con su expareja por el bienestar de su hija, Mila.
El reality también le ha dado la oportunidad de sincerarse sobre otros temas complejos, como sus adicciones, sus fracasos y sus ambiciones artísticas. De acuerdo con Mayer Mori, aceptó unirse a La Granja por la exposición que le traería a su música —su verdadera pasión— porque en su contrato le permitieron llevar su guitarra, algo que no ocurrió con otras propuestas similares, en la que incluso le ofrecían mayor paga. “Yo siempre he sido un güey muy problemático. Como que siempre estoy en pedos y no es por ser malicioso ni por querer el desmadre, al contrario. A mí me gusta estar bien, me gusta sentirme bien, entonces como que no es congruente esa parte de mí conmigo mismo. Me he metido el pie toda mi vida, literal. Y pues una de las razones de esas metidas de pie, o un par de las razones es que me ha faltado mucha humildad en mi vida. Me ha faltado mucha gratitud”, compartió en el programa. Así, Sergio Mayer Mori ha comenzado a mostrarse desde un ángulo distinto, hablando de su vida personal y profesional con mayor apertura para que el público lo conozca más allá de los escándalos que marcaron su juventud.