El maltrato que padece una jirafa llamada Benito en un parque público de Ciudad Juárez, en la frontera norte de México, ha despertado indignación entre activistas a favor de los animales, quienes acusan a las autoridades de propiciar su «lenta muerte». Una docena de activistas han pintado un mural en la frontera entre la ciudad azteca y El Paso, Texas, para manifestarse contra el lento sacrificio de Benito a manos de los políticos en el poder.