El presidente de la República, Gabriel Boric, ha presentado esta semana el tan esperado Pacto Fiscal, una propuesta gubernamental que busca alcanzar múltiples objetivos, entre ellos, incrementar los recursos fiscales, aumentar la transparencia en el manejo de los fondos públicos y, de manera particularmente significativa, mejorar la Pensión Garantizada Universal (PGU).
La Pensión Garantizada Universal (PGU) es un beneficio estatal destinado a brindar apoyo económico a las personas mayores, con el propósito de elevar sus ingresos mediante un pago mensual administrado por el Instituto de Previsión Social (IPS). En la actualidad, este subsidio tiene un tope máximo de $206.173, pero el Pacto Fiscal promete transformar esta realidad de manera significativa.
A pesar de que la propuesta todavía se encuentra en proceso de evaluación y discusión, es innegable que la prioridad de mejorar las pensiones en el país es una meta apremiante. Si el Pacto Fiscal se aprueba en la forma en que se ha propuesto para la Pensión Garantizada Universal, el monto de la PGU experimentaría un incremento notable de $43.827, lo que elevaría el beneficio mensual a $250.000. Esta mejora es un paso importante hacia el alivio financiero que tanto necesitan los pensionados en Chile.
La Pensión Garantizada Universal está dirigida a personas mayores de 65 años que no forman parte del 10% más acomodado de la población y que cuentan con una pensión base inferior a $1.114.446. Con esta expansión en el monto de la PGU, más ciudadanos en esta categoría recibirán un apoyo adicional esencial para su bienestar económico.
Si bien la propuesta aún está en proceso de discusión, la visión de un aumento tan significativo en la PGU ofrece un rayo de esperanza para los pensionados en Chile. Aumentar el monto de este subsidio no solo aliviará las presiones financieras sobre los beneficiarios actuales, sino que también contribuirá a reducir la brecha en la desigualdad económica que a menudo afecta a los adultos mayores.