El gobierno de Javier Milei logró este miércoles un importante triunfo tras obtener los apoyos necesarios en la Cámara de Diputados para mantener el veto a la ley de reforma jubilatoria, mientras las fuerzas de seguridad reprimieron con dureza a quienes se concentraron en las afueras del Congreso.
La censurada iniciativa establecía una fórmula de actualización mensual de las pensiones que combinaba el índice de inflación y la variación promedio de los salarios formales, más un ajuste extraordinario del 8,1%, algo que, según el Ejecutivo, era un «gasto exorbitante» para el Estado que ponía en riesgo el equilibrio fiscal.
Miles de manifestantes -entre ellos colectivos de jubilados- se concentraron afuera del Parlamento para presionar a los diputados a revertir el veto presidencial, pero los 153 votos por anularlo no fueron suficientes.
Tras este resultado, algunos de los presentes comenzaron a botar las vallas papales dispuestas en los alrededores del Palacio Legislativo, por lo que agentes de la Policía, efectivos de la Prefectura y la Gendarmería utilizaron balas de goma, gases lacrimógenos y camiones hidrantes para dispersarlos.
Según medios locales, más de 20 personas resultaron heridas en la protesta y varias fueron detenidas.