Una turista alemana se desnudó e irrumpió en plena ceremonia sagrada que se llevaba a cabo en un templo de Bali, Indonesia, para protestar luego que se negaron a venderle un boleto para el espectáculo hindú. La mujer caminó confiadamente entre los bailarines e imitó sus movimientos para posteriormente arrodillarse a rezar. Finalmente, el personal de seguridad logró detener a la mujer que arriesga casi tres años de cárcel por violar las leyes de indecencia pública del país.