En un balance de sus actividades en Bruselas, el Presidente Gabriel Boric justificó el reconocimiento entregado al exjuez Baltasar Garzón y descartó que se esté buscando imponer una «versión oficial» sobre el golpe de Estado.
Al ser consultado sobre el tema, el Mandatario indicó que «el reconocimiento al juez Baltasar Garzón es producto del trabajo que él ha hecho en contra de la impunidad en materia global, y en particular en el caso que todo conocemos del juicio a Pinochet y no por otras gestiones que él haya realizado como jurista».
«Creo que es un momento importante para reflexionar en conjunto sobre la importancia y el valor que le damos a la democracia ante los riesgos que esta enfrenta en todos los sectores y ojalá el respeto irrestricto que tengamos en toda época, en todo lugar, independiente del gobierno, ante los derechos humanos, que finalmente quienes terminan sufriéndolo son las personas más vulnerables», añadió.
VERDAD OFICIAL
Sobre las críticas de la oposición por una posible solicitud de una declaración conjunta por los 50 años del golpe de Estado, el Presidente sostuvo que «yo me pregunto cuál sería la verdad oficial que según la oposición queremos imponer. Acá hay hechos que son claros y conocidos por todos. En Chile el 11 de septiembre de 1973 se realizó un golpe de Estado que terminó con la democracia y que dio paso a una dictadura brutal, asesina, de 17 años».
«Eso creo que es algo que ensombrece la historia patria, es algo triste, algo de lo que no cabe vanagloriarse y que ojalá todos fueramos capaces de decir que no queremos que vuelva a suceder y que los problemas de la democracia se tienen que solucionar con más democracia y no con menos», continuó.
Boric indicó que «lo que yo he planteado y reitero es que todos convengamos, independientes de las grandes diferencias políticas que podamos tener, de los desacuerdos que podamos tener, que nada, pero absolutamente nada, justifica violar los derechos humanos de nuestros adversarios políticos, de quien piensa distinto, de cualquier persona en nuestra patria».
«Creo que es un consenso razonable, que es un consenso mínimo, al cual espero podamos llegar sin hacer interpretaciones históricas. Acá a mí no me interesa imponer una versión oficial, no tengo las condiciones para aquello. Un Presidente no puede imponer versiones oficiales respecto a la historia, lo que a mí me interesa es que, aprendiendo de nuestra historia, seamos capaces de anticiparnos a que tengamos un futuro compartido, no un futuro que nos divida y eso es lo que a mí me motiva», agregó el Mandatario.
VIOLACIONES A LOS DDHH EN CUBA
El Presidente también respondió a los cuestionamientos por no haber condenado las violaciones a los derechos humanos en Cuba en su discurso ante el plenario de la cumbre Celac-UE, donde sí nombró a Nicaragua y Venezuela.
Boric sostuvo que «condeno firmemente las violaciones a los derechos humanos en toda parte y en todo lugar. Me parece que las sanciones económicas que se establecen en contra de los pueblos no ayudan en la resolución de los conflictos, sino que terminan perjudicando a los pueblos y no a sus gobernantes, quienes son responsables de las situaciones políticas que se viven en los países».
«Eso es lo que hemos defendido y es la posición que yo he sostenido de manera clara y concreta en todas las cumbres y espacios multilaterales que hemos ido», recordó.