Luego de 16 años, Chris Deflorio dejó su servicio en la policía de New York, Estados Unidos, para dedicarse a ser exorcista en la unidad de Investigación Demoníaca de la ciudad, entidad sin fines de lucro que les permite realizar esta práctica religiosa.
Paramédico de profesión, Deflorio publicó en Newsweek su primer acercamiento al estudio de los demonios. Según relató, viajo a África como misionero, donde vio a una persona, supuestamente poseída, que se movía raro y se deslizaba por el suelo. «Lo vi como una batalla entre Dios y el diablo, el bien y el mal», declara.
Tras ese acontecimiento comenzó sus estudios en la demonología y paralelamente se convirtió en paramédico, trabajó para los bomberos de New York y después como policía por 16 años. Toda esa experiencia le ha servido para desempeñarse como exorcista a tiempo completo.
«Cuando recibo llamadas de personas durante una emergencia espiritual, lo primero que hago es poner a trabajar esas habilidades de paramédico y policía», relata sobre su proceso, donde analiza a la persona mientras habla con ella.
De igual forma, reparó en que obtiene la mayor cantidad de información para diagnosticar a quien está del otro lado, «muchas veces la persona que llama puede estar sufriendo algún tipo de enfermedad mental que tengo que diagnosticar o investigar un poco más», escribió.
El demonólogo explicó que es común que algunos casos estén relacionados con la salud mental y que los deriva a personas expertas en ese tema. Sin embargo, recordó el caso de una niña de cuatro años que era «amiga» de un demonio, que vivía en el entretecho de su casa y que pertenecía a una bruja satánica.